domingo, 19 de junio de 2016

Un sensor que se adapta a los dedos para detectar el cáncer de mama

 Detectar el cáncer de mama podría dejar de ser competencia de las mamografías. Un sensor flexible y transparente que se adapta a la forma de los dedos, similar a unos guantes de caucho, permite localizar tumores al medir los cambios y la distribución de la presión en el pecho. Los nuevos sensores pueden monitorizar tumores de una forma más fácil, menos dolorosa y sin necesidad de exponerse a la radiación.

El sensor puede adaptarse a la forma de los dedos. El funcionamiento sería similar al diagnóstico táctil de un doctor. Aplicando una presión constante a los pechos con estos sensores, se puede detectar las diferencias entre una textura de pecho normal y una con tumores, con la ventaja de lograr una mayor precisión al tratarse de una palpación digital que puede medir la distribución de la presión en el pecho en 144 localizaciones a la vez. 

 El sensor tiene un grosor aproximado de ocho micrómetros (milésima parte de un milímetro) y está compuesto por transistores orgánicos, interruptores electrónicos hechos de carbono y oxígeno y una estructura de nanofibras sensibles a la presión. En conjunto, forman una estructura ligera, porosa, transparente y delgada, pero muy sensible que puede medir con exactitud radios de hasta 80 micrómetros (el equivalente a dos veces el espesor de un cabello humano). Hasta ahora, los sensores no podían bajar de 100 micrómetros de espesor por las limitaciones en los métodos de producción.

 Estos sensores de presión convencionales tienen la flexibilidad necesaria para adaptarse a superficies suaves como la piel humana, pero no pueden medir con precisión una vez que se arrugan o se retuercen. Esto los hace inservibles para usos complejos o para medir superficies en movimiento. En cambio, el nuevo sensor (al estar compuesto por nanofibras) mide con la misma exactitud la distribución de la presión en superficies redondeadas -como un balón inflado-.

 Aunque todavía es muy pronto para considerarlo un sustituto de las mamografías, la tecnología de este sensor ya está lista para usarse en la creación de guantes que detecten esta presión en el pecho. Su comercialización está pensada para dentro de tres años.

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