Recientemente la Sociedad Española del Sueño presentó el Tratado de Medicina del Sueño donde un capítulo entero se dedica a la asociación entre la alteración del sueño y el cáncer de mama, todo lo cual indica que dormir poco no sólo se vincula a más probabilidad de sufrir obesidad o problemas cardiovasculares, sino también, se asocia a mayor riesgo de sufrir este tipo de cáncer.
Según se ha estudiado, la melatonina, hormona que regula los ciclos de sueño y vigilia, puede inhibir el desarrollo de tumores, y cuando existen alteraciones del sueño o la exposición a la luz durante la noche, la liberación de esta hormona se reduce incrementándose las posibilidades de desarrollar cáncer de mama.
Asimismo, dormir poco o mal por la noche puede estimular la presencia de citocinas que favorecen el desarrollo de este cáncer, según se ha analizado en trabajadores nocturnos que deben exponerse a la luz en altas horas del día y ven afectado su reloj interno por ello.
Además, se ha observado en una investigación que incluyó a más de 12000 mujeres, que dormir más protege contra el cáncer, mientras que dormir poco o sufrir alteraciones del sueño incrementó la incidencia de cáncer de mama en los años de estudio.
Por último, un estudio realizado con más de 23000 mujeres japonesas encontró que quienes dormían 6 o menos horas diarias tenían mayor riesgo de cáncer de mama que aquellas que tenían un sueño nocturno de 7 o más horas, por lo tanto, todo indica que, como dice el reciente Tratado de Medicina del Sueño, el dormir mal o poco se asocia a mayor riesgo de sufrir este cáncer, sobre todo, en las mujeres donde las hormonas tienen mayor influencia.
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