El 15 por ciento de los casos de cáncer de mama tienen origen hereditario, por eso cada vez más los expertos recomiendan el estudio genómico para establecer si es preciso un programa de detección precoz y prevención del cáncer en la paciente y en su familia o para personalizar un tratamiento oncológico.
Conocer la predisposición genética de sufrir cáncer de mama, en especial en el caso de aquellos que tienen antecedentes familiares, sirve no solamente para establecer un seguimiento y un control para detectar la posible enfermedad lo antes posible o tomar medidas de prevención más drásticas, como la extirpación de mamas u ovarios, sino que también puede servir para adaptar los tratamientos en el caso de que se desarrolle la enfermedad.
Así, recuerdan que las personas portadoras de una alteración genética en los genes BRCA1 o BRCA2 tienen un riesgo más elevado de desarrollar ciertos tipos de tumores, entre ellos mama, ovarios y próstata, en comparación con aquellas personas que no son portadoras de mutaciones en estos genes. Sin embargo, no todas las personas portadoras de una alteración genética desarrollarán un cáncer.
Las mujeres con una mutación en el gen BRCA1 tienen entre un 50 y 80 por ciento de riesgo de desarrollar un tumor de mama a lo largo de su vida y entre un 20 y un 60 por ciento de desarrollar un cáncer de ovario. En comparación, las mujeres no portadoras tienen un riesgo del 8 al 10 por ciento de cáncer de mama y del 1 al 2 por ciento de cáncer de ovario. El riesgo de cáncer de mama en hombres en la población general se estima en 1 de cada 1.000.
Las mujeres portadoras de una alteración genética en el gen BRCA2 tienen un riesgo del 40 al 80 por ciento de desarrollar un cáncer de mama a lo largo de su vida, entre un 20 y un 40 por ciento de cáncer de ovario, y un aumento del riesgo de cáncer de páncreas.
Los hombres portadores de una alteración en BRCA2 tienen un riesgo de cáncer de mama del 7 por ciento, un riesgo del 15 por ciento de desarrollar cáncer de próstata, y un riesgo del 7 por ciento de cáncer de páncreas.
Las mujeres portadoras de una alteración genética en los genes BARD1, BRIP1, MRE11A, NBN, RAD50 y RAD51C presentan un incremento del riesgo de cáncer de mama 4 veces superior al de las mujeres no portadoras. Las mutaciones en el gen RAD51D tienen un mayor riesgo de cáncer de mama y ovario.
Las mujeres con una mutación en los genes PALB2 y ATM tienen un mayor riesgo (entre 2-4 veces) de desarrollar cáncer de mama. Asimismo, las mutaciones en el gen CDH1 se asocian a un riesgo del 40-50% a sufrir cáncer de mama.
Fuente de consulta:
http://www.telemadrid.es/noticias/sociedad/noticia/el-15-de-los-casos-de-cancer-de-mama-tienen-origen-hereditario